Hola a todos
Esta semana quiero colgar en nuestro blog una de las recetas más de la tierra por antonomasia: hablo de nuestra querida tortilla de patata. Pienso que esta comida será uno de los platos que suele gustar a la mayoría de la gente que conozco, habiendo infinidad de variantes en su modo de elaboración: patata gorda, patata fina, con cebolla, sin cebolla, con pimiento...
En este post quiero rendir mi homenaje particular poniendo la receta que yo utilizo para hacer la tortilla. Ojo!! Esto no quiere decir que el resto de recetas estén mal. Como siempre suelo comentar a mis amigos: la cocina es para disfrutarla. Experimentad distintas maneras de cocinar el mismo plato y quedaros con vuestra favorita.
Bueno, para la elaboración de la tortilla necesitaremos varios ingredientes básicos:
· 2 patatas grandes (tamaño aproximado de 1 puño)
· 1 cebolla grande (también tamaño puño)
· 3-4 Huevos
· Aceite de oliva
· Sal
Las cantidades que he dado son para una tortilla de 2 personas, una cantidad que yo denomino "generosa": quiero decir que seguramente sobre tortilla, pero siempre podéis comeros el trocito que sobre para la siguiente comida o cena XD.
En primero lugar pelad las dos patatas y dadles un lavado una vez pelada para quitarles la tierra de la piel. Una vez lavada, troceadla a pedacitos de tamaño aproximado al de un dedo pulgar, pero finas (ver la foto abajo).
Aquí hay muchas variantes según el maestro tortillero: personalmente me gusta la patata fina y de tamaño tirando a mediana porque ni chupa demasiado aceite ni se hace demasiado basta y seca al paladar cuando la comes Análogamente, pelad la cebolla y cortadla aproximadamente del mismo tamaño. Este detalle es importante a mi juicio: si haces los trozos de patata y cebollas muy distintos, se corre el riesgo de que se te fría mucho antes un ingrediente que el otro, lo cual daría lugar a una tortilla con sabor a quemado o medio cruda. Una vez cortados ambos ingredientes, mezcladlos en un bol y echad un poco de sal para que empiecen a sudar (ver foto abajo).
Poned en una sartén aceite de forma generosa, de forma que cuando echéis la mezcla a la sartén, esta quede parcialmente cubierta por el aceite. Aquí realizaré dos comentarios: el primero es sobre el aceite. Yo uso aceite de oliva virgen extra por motivos meramente de gusto. Sin embargo, se puede utilizar aceite de oliva refinado o aceite de girasol para freír Este último hará que la tortilla tenga un sabor mas neutro y menos intenso. Eso depende del gusto de cada uno.
La segunda anotación es sobre el tamaño de sartén y la cantidad de aceite. Para una tortilla de dos / tres personas, el tamaño que yo uso es de una sartén con una base del tamaño de la palma de la mano (mido 1.70m, por lo que tengo una mano de tamaño "normal"). En cuanto a la cantidad de aceite, contad con que la mezcla de patata y cebolla "reduce" su volumen al freírla por lo que no es preciso bañar la mezcla en una balsa de aceite. Se trata de freírla. Si echáis poco aceite, siempre podéis echar más luego.
Poned la sartén a fuego medio / alto (un 4/5 de 6), dejando que se caliente el aceite. En cuanto el aceite este caliente (si humea es que se esta quemando, por lo que conviene evitar este efecto), verted la mezcla de cebolla y patata a la sartén y dadle vueltas con una paleta de madera hasta que toda la mezcla se haya mezclado con el aceite. A partir de este punto, hay que ir periódicamente removiendo la mezcla sacando las partes dentro del aceite y poniéndolas en la parte de arriba: esto evitará que se os queme una parte y la otra se quede cruda.
Mientras se va friendo la mezcla, cascad los huevos y verted su contenido en un cuenco. Con una varilla de montar nata (o un tenedor si no la tenéis), batidlos enérgicamente. Parad de batirlos en cuanto al coger el huevo batido con el tenedor, este no se quede colgando como (perdonad la expresión) "un moco", sino que se derrame al cuenco más fluidamente.
El momento de sacar la mezcla de patata y cebolla será cuando la patata se comience a dorar, pero sin freirla completamente: no queremos patatas fritas con huevo, queremos una tortilla de patata. La patata tiene que estar
blanda al tacto con el tenedor, pero dorada para asegurarnos que se ha cocinado correctamente.
Coged una espumadera e id escurriendo la mezcla para quitar el aceite, vertiendo su contenido en el bol con el huevo batido. Una vez sacada la patata, verted el aceite en un bote para utilizarlo otra vez si queréis freír alguna otra cosa (en el caso del aceite de oliva, el de girasol no se debe reutilizar por motivos químicos que no voy a detallar aquí). No dejéis nada de aceite salvo las gotitas que se queden en la sartén tras quitarlo.
A continuación, coged el tenedor y remover la mezcla del huevo con la patata, machacando ligeramente la mezcla: se trata de que el huevo se mezcle bien con la patata, pero no queremos hacer puré con ello.
Una vez bien removido, preparad dos platos grandes para darle la vuelta a la tortilla. Cogeremos la sartén y la pondremos en el fuego a máxima potencia ( 6 de 6 de intensidad). Dejaremos que el culo de la sartén se caliente bien (por favor, no queméis la sartén: la medida que yo uso es pasar la mano a medio palmo de la sartén y sentir ya el calor intenso) para a continuación echar la mezcla en la misma. Con la paleta, escarvad varias veces por el interior hasta el fondo de la sartén para que el huevo líquido que queda por la mezcla se filtre a los agujeros y se haga. Bordead con la paleta los bordes, introduciendola suavemente para crear un hueco entre la sartén y la tortilla que ayudará luego a evitar que se pegue. Si el fuego esta a máxima potencia, en cuanto veáis una "chimenea" de humo blanco que salen de la tortilla, coged uno de los platos y cubrid la tortilla. Ahora con cuidado le dáis la vuelta completa (180º DE GOLPE). Si lo hacéis lento corréis el riesgo de que se os escurra el huevo sobrante y os queméis, con el consabido desastre que puede ocurrir.
A continuación colocad la sartén sobre el fuego y verted la tortilla de nuevo sobre la sartén. Seguramente os quede un poco deforme. No pasa nada: coged la paleta o el tenedor y con cuidado aplastadla por las zonas abombadas para distribuir la mezcla hacia las zonas más bajas. Apagad el fuego a continuación. Repetid de nuevo la operación de volteo un par de veces más con otro plato limpio (el plato limpio evita que el comensal ingiera huevo crudo, evitando también problemas de contaminación cruzada) para acabar de hacerla. La tortilla debe quedar dorada por fuera, ligeramente marrón en el centro, como se ilustra en la foto.
A mi me gusta la tortilla jugosa, por lo que una vez apagado el fuego no la dejo mucho en el fuego (le doy dos vueltas rápidas y la saco). Si no vais a consumir la tortilla en el momento, recomiendo que dejéis que el huevo cuaje un poco más para evitar problemas de bacterias.
Y ya está. Ahora sólo os toca disfrutad de nuestro archiconocido plato nacional. Disfrutadlo !!